sábado, 25 de enero de 2014

Santos de todos los días

Este libro del Archimandrita Tikhon ha sido un éxito de ventas en Rusia, su país de origen, y su traducción es también un best-seller en el mundo de habla inglesa. El autor es un monje ortodoxo ruso que nos presenta una galería de entrañables personajes que ha conocido a la largo de toda su vida y que son el testimonio vivo de lo que es la santidad realizada en la cotidianidad de la "vida escondida en Cristo" propia del monacato oriental. No es un libro de teología, pero el autor logra, sin ningún tipo de pesada teorización, mostrar con mucha claridad la profunda teología que subyace y da sentido a la vida monástica. Hay que tomar en cuenta que muchas de las historias del libro ―incluida la de la propia vocación del autor― tienen lugar durante los duros años del comunismo soviético. Estas historias dan cuenta de la heroica resistencia de la fe cristiana a los embates del Estado totalitario y a la absoluta incapacidad de los burócratas soviéticos para comprender aquel enemigo aparentemente débil que tenían delante y que pretendían borrar para siempre de la faz de la Tierra y que, sin embargo, terminó siendo un adversario formidable que nunca pudo ser reducido. Muestra que la fuerza de esa resistencia estaba, simplemente, en una vida hondamente enraizada en la verdad y no en la falsa ilusión que generaba el poder total que creían portar los esbirros de la dictadura comunista.

El autor es cineasta de profesión y su estilo tiene mucho de cinematográfico, hasta el punto de que resulta muy difícil soltar el libro y no caer en la tentación de leerlo de un tirón. Si no sucede, es simplemente porque es un libro bastante voluminoso y sería agotador no detenerse en algún momento. Además, las breves historias que lo componen merecen una serena atención y una buena dosis de reflexión. Es un libro para degustar. Además, está escrito con un extraordinario sentido del humor que a veces resulta hilarante. Si alguien pensaba que la vida de un monje es una cosa oscura, pesada y triste, se va a encontrar con todo lo contrario: vidas llenas de luminosidad, buen humor y una ligereza que nace de la profundidad de la oración constante y fiel. Y nótese que la alegría que transpiran estos personajes extraordinarios tiene, en la mayoría de los casos, el nada optimista trasfondo de la Rusia soviética, incluidos los períodos fundacionales del Estado totalitario comunista, el estalinismo, la II Guerra Mundial, el Gulag y los deprimentes años que siguieron a la muerte de Stalin.

El libro está escrito, además, de tal manera que una persona que no tenga ninguna creencia religiosa pueda disfrutarlo enormemente. Se asomará a una de las formas de vida tradicionales más antiguas que sobreviven en nuestro mundo hipertecnológico y podrá entrever dimensiones inéditas de la existencia humana que hemos dejado de lado, pagando un precio enorme, sin ni siquiera darnos cuenta.

Es una lástima que no haya todavía una traducción castellana. Es, sin lugar a dudas, uno de los mejores libros que he leído y no puedo sino recomendarlo.


 Archimandrite Tikhon: Everyday Saints and Other Histories, Prokrov Publications, 2012.


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