sábado, 25 de enero de 2014

Un libro necesario

Este es un libro realmente importante, que sostiene una tesis con la que estoy totalmente de acuerdo: el problema de la pobreza y el subdesarrollo de Venezuela tiene su principal causa en el monopolio por parte del Estado de la propiedad y explotación de la riqueza petrolera. Más aún, esa riqueza monopólica del Estado petrolero es la base del «contrato social» sobre el cual se construyó la democracia venezolana, lo cual explica su rápido auge y crecimiento, pero también y sobre todo sus límites y su también rápida decadencia. Esta es una tesis muy importante y pienso, como la autora, que la posibilidad de un cambio positivo que enrumbe a Venezuela hacia la prosperidad económica y la estabilidad política pasa por asumirla con toda seriedad y en construir un orden político y económico cuyo «contrato social» esté fundado sobre otro modelo, en el que el Estado patrimonialista no tenga cabida. En este sentido, la autora tiene plena razón cuando ve que el chavismo y su descabellado intento de imponer una sociedad socialista completamente anacrónica es consecuencia de las radicales insuficiencias del modelo político y económico venezolano, sostenido en el monstruoso poder que la sociedad le otorgó al Estado al entregarle la propiedad y la gestión de los recursos petroleros. Ese modelo creó las condiciones necesarias para que, una vez alcanzados sus límites, el totalitarismo pudiera alzar la cabeza y apalancarse sobre los ingentes recursos de la renta petrolera, enfeudando progresivamente a toda la sociedad bajo la seductora imagen del Estado protector.

Es, también, un libro valiente y esperanzado, porque sus tesis son, por decir lo menos, muy polémicas para los venezolanos, que en gran medida basan sus esperanzas y su seguridad en la creencia de que el Estado todopoderoso y redistribuidor de la riqueza es la clave del buen gobierno y del progreso de la sociedad, para no hablar de aquellos que ven en ese diseño más bien la posibilidad de parasitar cómodamente a través del tráfico de influencias y la corrupción. Es por eso un libro que debe ser leído y discutido en el país, porque las tesis que muestra son claves para sacar a Venezuela de la crisis y es necesario que empiecen a ganar simpatizantes en la población. Para que esa propuesta se haga realidad, es necesario que se vaya gestando un sujeto social y político que pueda liderar un nuevo consenso en Venezuela, que haga atractivas estas ideas y que pueda persuadir a los ciudadanos de que ellas constituyen una alternativa plausible y realista para el futuro. Por eso creo que este libro es una lectura obligada y me parece muy importante su difusión.

Ciertamente me hubiera gustado darle cinco estrellas al libro. Si no se las di, no es porque no me parezca cierto y muy lúcido lo que la autora sostiene, sino porque el libro tiene ciertas fallas que merecen ser comentadas. La principal es típica de la mayoría de los libros publicados en Venezuela, donde tendemos a confundir «editar» con «publicar»: el libro adolece de un mejor trabajo de edición. Una buena editorial no se limita a publicar los manuscritos, sino que los somete a un estricto y largo proceso de lecturas, relecturas y corrección, a fin de que el texto final esté libre de repeticiones, debilidades argumentativas y de ritmo, etc. Este libro no escapa a esa debilidad del paisaje editorial nacional. A veces el texto es innecesariamente repetitivo, contiene algunas citas redundantes que dicen lo mismo que la autora dice muy bien y con más solvencia y autoridad que la de los autores citados, lo cual las hace superfluas, molestas para la lectura y más bien interrumpen el hilo argumentativo. Por otra parte, el libro cierra con un epílogo de Emeterio Gómez cuyo lugar dentro del conjunto de la obra no se ve con mucha claridad. También me parecen un poco redundantes las dos entrevistas a dos protagonistas del “paro cívico nacional” del 2002-2003, ya que se privilegia un solo episodio de una larga historia, donde lo más importante, si la tesis de la autora es cierta, no son los sucesos acaecidos durante el chavismo, sino todo el proceso de constitución y crisis del petroestado venezolano. Además, ambas entrevistas reflejan prácticamente los mismos puntos de vista. Naturalmente, toda entrevista a un protagonista de un hecho histórico es siempre interesante, pero la verdad creo que están un tanto fuera de lugar en el contexto del libro, que hubiese exigido más bien entrevistas a protagonistas de todo el proceso histórico al que se hace referencia. Pero eso, claro está, hubiera convertido el libro en otra cosa: en un libro de testimonios. Por eso, pienso que un una próxima edición del libro debería prescindirse de estos erráticos epílogos, en orden a que brille con toda su luz el gran trabajo que la autora ha realizado.

Y una última cosa: el libro es muy difícil de conseguir. Lo que es muy paradójico, porque es una obra que debería tener más bien una mayor y mejor difusión, si es que quiere tener algún impacto político. Me permito sugerir que se haga un esfuerzo en mejorar su distribución, para que llegue a más lectores. Y no sería mala idea hacer una edición en libro electrónico, lo que lo haría accesible de manera fácil y económica a un público mucho más amplio.


Isabel Pereira Pizani: La quiebra moral de un país. Hacia un nuevo contrato social, Caracas: Artesano Editores-Cedice Libertad, 2013, 204 págs.

https://www.goodreads.com/book/show/18716933-la-quiebra-moral-de-un-pa-s-hacia-un-nuevo-contrato-social

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